Con velocidad, pero atendiendo a lo que ocurre, buscando el mejor camino, la idea que nos lleve a la próxima solución.
La agilidad que se requiere para brindar una respuesta adecuada en un momento correcto. Siendo inteligente en el cuando y el como, siempre actuando con seguridad.
Una seguridad que surge de la inteligencia y la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones. Como una liebre que regula su energía para los momentos en los que más se la requiera.